Un banco, en un lugar cualquiera, por el que pasan todo tipo de personajes a lo lardo de las 24 horas que dura un día. Lo que parece cotidiano se puede convertir en un cúmulo de conflictos, intereses, encuentros… ¿Qué puede pasar? Lo único que sí sabemos que será el público quien decida donde situar el banco, porque todo lo demás será fruto de la improvisación.
Compañía: Improcafé