En Valle-Inclánicos la palabra de Valle se rompe y se descubre en sus propios extremos. El espectador podrá ver retratados descaradamente a unos personajes en estadios extremos, que rozan la línea entre lo animal y lo humano, pero dotados de un verbo subyugante que embelesa y aterroriza a partes iguales por su amoralidad; todo ello regado con el mejor elixir cañí musical de la Semana Santa, la Rosalía, los Chichos y los Chunguitos. ¿Te lo vas a perder?