No tiene nada especial el escenario. Podría ser de cualquier monologuista sin imaginación. No tiene nada especial el formato. Podría ser de cualquier improvisador descubriendo la disciplina. No tiene tampoco nada especial el actor. Podría ser cualquier persona pasando por la calle del teatro. Así que se puede suponer que los que vendrán a verlo, pues será gente bastante normalita. De los que vienen sobre todo porque saben que luego irán de copas con los colegas. Y bueno, por lo menos con la impro sueles pasar un buen rato.
Pues, seguramente este espectáculo, por darle un nombre un poco vendedor, les va a decepcionar. Como todos los que ya lo vieron. No es porque sea un espectáculo basado en emociones complejas, de esos donde no ríes porque tocan otras partes de tu alma. No, no, que va. Estamos lejos de un Centro Dramático Nacional. No, es que el espectáculo es malo. No hace falta buscar excusa aunque, bueno, que el actor no sepa hablar castellano explica mucho. Pero vamos, que si quieres, después, nos vamos de copas.